
Nueva York ofrece infinitos paisajes y contrastes. La diversidad de sus edificios y parques, así como de sus gentes, la convierten en un lugar vibrante y adictivo. Desentona, pero engancha. Para que podáis explorarla desde sus distintos ángulos os vamos a hablar de las vistas de Nueva York.
Cuando se piensa en las vistas de esta impresionante ciudad, lo primero que suele venir a la mente es subirse a uno de sus rascacielos para poder disfrutar de su Skyline desde las alturas. Sin embargo, no es la única ni la mejor vista. Para gustos colores y en Nueva York los colores abundan.
Y como todo es según el color del cristal con que se mira, vamos a contaros las diferentes opciones para ver la misma ciudad desde diversos puntos, alturas y perspectivas.
Nueva York desde lo alto
El Empire State es uno de los rascacielos más conocidos para ver el skyline neoyorquino. Quizás sea el mejor lugar si se quiere ver el Chrysler Building, pues desde otras torres como el Rockefeller, queda camuflado detrás de los edificios que los separan.

La vista es espectacular, pero tratándose de Nueva York esto no tiene tanto mérito, y hay otros lugares con vistas más impresionantes. De todas formas, es interesante visitarlo para poder decir que hemos estado en el mítico edificio que King Kong escaló y que se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad.
Indudablemente, la mejor vista es la que ofrece el edificio Rockefeller. La explicación es sencilla: está muy cerca de Central Park, lo que te permite disfrutar del contraste naturaleza-edificios de una manera más acentuada. Además, desde aquí podrás ver el horizonte con la silueta del Empire State building.
También puedes visitar los estudios de la NBC, Radio City. Si vas en invierno, justo debajo se encuentra la famosa plaza donde ponen el árbol de navidad y la pista de patinaje sobre hielo.

Otra opción asequible para disfrutar de las vistas que ofrece la ciudad, es tomar algo en el rooftop de un bar o restaurante. The Standard, tiene buenos precios y está situado en el Meatpacking District, un barrio que sin duda merece la pena visitar.
Nueva York desde el mar

Te aconsejamos que evites el barco turístico que lleva a la Estatua de la libertad y a Ellis Island. Este barco te lleva a Liberty Island, donde se encuentra la famosa estatua que, como dato curioso, está realmente en aguas del estado vecino de Nueva Jersey.
Una vez allí el lugar se encuentra abarrotado de turistas y la perspectiva desde sus pies pierde interés y atractivo.
La alternativa que aconsejamos es coger el Ferry de ida y vuelta gratuito a Staten Island, otra de las islas situada al sur de Manhattan.
Durante este recorrido no solo disfrutarás de la vista de la famosa estatua, sino también de la imagen que ofrece el sur de la isla al borde de la Bahía del Upper New York, alimentada por el río Hudson y el canal Gowanusmar.
A pesar de ser turístico, el tour del Circle Line, es totalmente recomendable. Este barco te da una vuelta completa a la isla de Manhattan con guía a bordo. Perfecto para conocer más sobre arquitectura, famoseo, historia, geografía, leyendas, etc.

Nueva York a pie de calle
Pasear por las calles de Nueva York siempre ofrece perspectivas diferentes. Cada barrio es un mundo. En Chinatown el contraste entre lo oriental y los rascacielos grises de fondo es simplemente sensacional. Esto pasa en muchos barrios, por ello recorrer sus calles es siempre una aventura.

Sin embargo, para ver la ciudad al completo, hay dos puntos clave: Central Park y el Puente de Brooklyn.
En Central Park hay varios lugares que ofrecen el contraste naturaleza-edificios: The Sheep Meadow y el Lago (The Lake) son los más recomendables.

Atravesar el Puente de Brooklyn a pie es casi obligatorio. En aproximadamente 40 minutos habrás cruzado el East River y llegado al Barrio de Brooklyn. Justo ahí, junto al puente, es donde podrás encontrar una de las mejores panorámicas.
Momentos clave serían con la salida o puesta del sol, para poder disfrutar de los edificios iluminados, de las aguas que se transforman en lienzos vivientes y reflejan la luz en las cristaleras de los edificios.
A pie, volando con el mar y los cerezos
Creemos que la mejor opción es coger el funicular (por el precio de un billete de metro) a Roosevelt Island. Una isla estrechísima en medio del río Este, el cual separa Manhattan de Long Island.

Desde el funicular sobrevolarás las calles y avenidas. Una vez cruzado el East River estarás en lugar mágico. Con apenas gente, sin ruido y con una preciosa vista de la ciudad.

Nada más apearte del teleférico, podrás ver la mítica montaña rusa de Superman, bajo el puente de Ed Koch Queensboro. Después, puedes cruzar la isla por un paseo lleno de cerezos, con la vista de los rascacielos grises al otro lado del río.

Camina hacia el sur por este mágico paseo, hasta casi la punta de la isla, hasta llegar a un parque. Aquí se encuentra el Smallpox Memoria Hospital, un hospital abandonado de estilo neogótico que acogía a los enfermos de viruela.
A continuación, se extiende el Franklin D. Roosevelt Four Freedoms Park. Desde el cual se puede ver la parte sur de Manhattan, el edificio de las Naciones Unidas, Long Island, y el cartel de Pepsi.
Un lugar para respirar y disfrutar contemplando Nueva York, perderse en los pensamientos y dejarse llevar por las sensaciones.