
Cambias de voz cuando hablas con tu perro, gato o conejo. Te encantaría ser el protagonista de esas pelis en las que todos los animales del bosque son tus mejores amigos. Te da igual de qué raza, tamaño o especie sea… Adoras a los animales. Bien, Japón también es para ti. Isla de perros, la última película de Wes Anderson, describe un futuro en el que existe una isla llena de perros en el pacífico japonés. Nada más lejos cerca de la realidad. ¿Quieres conocer esos sitios? ¡Empezamos el viaje!
Monos en la nieve
Jigokudani es una región del país que cuenta con escarpados relieves, paisajes espectaculares y su principal atracción: Los monos. Con unos cinco meses de nieve al año, los ‘onsen’ -o baños de aguas termales- de la zona se cubren de blanco para dar la bienvenida a los macacos que bajan cada día de las montañas a por su chapuzón matutino.
No hay nada que se interponga entre los visitantes y los monos, así que uno puede acercarse tanto como quiera. Eso sí, no hay que olvidar que son animales salvajes y que su comportamiento es impredecible, así que ten cuidado de no irritarlos.
Los ciervos de Nara
Más de 1.200 ciervos sika te esperan en el Parque de Nara. Este rincón esconde maravillosos templos y santuarios que son Patrimonio de la Humanidad, pero lo que más llamará tu atención son sus habitantes.
Aunque los ciervos deambulan libremente por la zona y son salvajes, están acostumbrados al contacto humano. Comida y caricias es lo que vendrán a buscar de ti. Sobre todo lo primero, así que cuidado con tu ropa o el mapa que lleves en la mano, todo les parece apetitoso a estos amigables animales.
La Isla de los conejos
Tal y como comentábamos en otra publicación, Okunoshima es la ternura hecha isla. Más de 250 mullidos conejos deambulan por allí en busca de las golosinas que les des.
Son salvajes y está prohibido cogerlos en brazos, pero son muy cariñosos y no dudarán en acercarse a ti. Puedes comprar su comida en la estación del ferry que va a la isla.
La isla de los gatos
Por si no habías tenido suficiente con la de los conejos, Japón también tiene una isla de gatos. De hecho, en realidad cuenta con hasta once. Las más famosas son la de Tashirojima y la de Aoshima.
Pero… ¿Cómo llegaron hasta allí? Estos felinos fueron introducidos por los pescadores de la zona para mantener a raya a los ratones. Hoy en día, estos animales ya superan al número de habitantes bípedos. ¿Tus mejores aliados? Las golosinas para gatos y las ganas de jugar con ellos.
La Villa de los Zorros
En las montañas de Shiroishi habitan más de 100 tipos de zorros, de todos los tamaños y colores. Una gran reserva los cobija y puedes adentrarte en ella para verlos de cerca y comprar su comida para alimentarlos.
La zona también cuenta con un área especial en la que se les puede acariciar. Con un poco de suerte también habrá bebés zorro que buscarán su ración de comida y de amor ¿Hay algo más tierno?
El Jardín de ardillas
Hay varios en Japón y todos cuentan con una raza diferente de ardilla. En algunos te obligan a usar guantes, pero en otros te permiten alimentarlas. Si eres de los que piensa que son adorables disfrutarás muchísimo en uno de sus jardines más famosos.
Tokyo es tu destino. El jardín Machida Risu-en cuenta con más de 200 ardillas. Además, estos tiernos animalillos están más que acostumbrados a la presencia humana, por lo que no es de extrañar que trepen por tu pierna o que salten sobre tu hombro.
Los cafés de animales
Si eres un urbanita y tanta montaña e isla te saca de tu zona de confort, Japón sigue siendo para ti. No te pierdas los cafés para gatos y conejos que puedes encontrar en casi todas las ciudades del país. Hay muchos pisos en los que, por ser pequeños, se prohibe tener animales. Es por ello que los locales frecuentan este tipo de cafés en busca de compañía peluda. Un buen té y el ronroneo de un dulce gatito. ¿Qué más se puede pedir?
Como veis hay Japón para todos los gustos. Tanto al aire libre como en el bullicio de una urbe. Tanto mar como montaña. Ardillas, ciervos, monos, gatos, conejos… tiernos, impredecibles, traviesos, amorosos. Prepara tu cámara para llenarla de fotos adorables. ¿A cuál corres a visitar tú?