
Cuando empezamos Breath of the Wild, sabíamos que todo se había perdido… pero quizá haya otra posibilidad. ¿Tienes lo que hay que tener para cambiar el destino? Averígualo en nuestra Review de Hyrule Warriors La Era del Cataclismo
Review Hyrule Warriors La era del cataclismo|Haciendo historia
Como buen musou, La Era del Cataclismo es un juego que no pierde el tiempo, y nos lanza directos a la acción. Comenzamos nuestra historia justo en el momento de la invasión del Castillo de Hyrule por parte de Ganon.
Mientras esto ocurre, una atribulada Princesa Zelda pide ayuda a un diminuto guardián. Ella le encomienda buscar a los Elegidos y arreglarlo todo… viajando al pasado. Es este intento de arreglar las cosas origina una suerte de precuela de Breath of the Wild. Este es un doble viaje en el tiempo, ya que nos devuelve al juego con el que pudimos inaugurar Nintendo Switch allá por el lejano 2017.

Por el camino conoceremos cómo cada Elegido se unió al grupo y sus distintas aventuras. También descubriremos de primera mano como Zelda y Link descubrieron sus poderes; y veremos con una nueva óptica muchas cosas ocurridas en el juego madre.
Huelga decir que La Era del Cataclismo puede jugarse por separado, pero sin haber jugado a Breath of the Wild antes, nos estamos perdiendo la mitad de la película.
Review Hyrule Warriors La era del cataclismo|Mecánica orgánica
Quizá la palabra con la que podríamos resumir el juego sería esa: orgánico. En el Hyrule Warriors original (2014), los modos Historia, Aventura y Retos estaban separados por secciones estancas. Salvo desbloquear personajes o su desarrollo, cada sección iba por su lado.
En cambio en La Era del Cataclismo, todo está en el mismo sitio. Según vayamos avanzando en la historia, desbloqueamos nuevos desafíos, tareas y beneficios para nuestra troupe de guerreros. Al final, esto hace que sintamos que forma parte de un todo, quizá algo caótico en su organización, pero con sentido.

Si bien es cierto que tanta amplitud de tareas, tanto icono por llenar se hace algo abrumador… Al final, resulta muy satisfactorio el ir llenándolo poco a poco.
Y parte de esa sensación de estar haciendo bien las cosas viene dada por la libertad que tenemos. Salvo la historia principal, todos los desafíos son opcionales y no tienen orden definido. Además, salvo en alguna misiones, podremos usar los personajes que queramos, lo cual permite que nos enfoquemos en aquellos que se adaptan más a nuestro estilo.
La evolución necesaria
Lo cierto es que Nintendo ha sabido aprender de sus errores. Este Hyrule Warriors resulta más sintético, ágil y fresco que su antecesor.
Empezando por los mapas, perdemos la encorsetada fórmula de los musou de “toma bastión, mata al élite, ve a por otro bastión”. Aquí tendremos objetivos variados, y los bastiones y “puntos calientes” del mapa serán más anecdóticos.
La ya conocida mecánica de esquivar ataques de los enemigos más poderosos o de usar algún objeto para interrumpir sus ataques también se actualiza. De esta forma, tendremos una especie de “tiempo bala” como ocurría en Breath of the Wild que nos permitirá descargar una andanada de golpes si esquivamos a tiempo. El tema de los objetos se simplifica, ya que sólo contaremos con los 4 módulos de la Piedra Sheikah (magnetismo, hielo, parálisis y bombas) y los cetros de los Invocantis, que nos permitirán lanzar ataques elementales.

Por último, si lo comparamos con el primer Warriors, perdemos la Barra de Magia y la mecánica de las Hadas; pero en cambio ganamos una función de “habilidad de personaje” que no tiene ningún tipo de enfriamiento y nos permite potenciar ataques, cambiar el estilo de combos y muchísimas sorpresas más.
Una foto de tonos sepia
Una de las cosas que más impacta de este juego que tenemos entre manos es su particular estilo gráfico. De nuevo, si venimos de Breath of the Wild no habrá ningún tipo de sorpresa, ya que todos los diseños son exactamente iguales. Mismo estilo, colores y animaciones, incluso esa especie de “filtro sepia” que parecen tener las cinemáticas. De hecho, en muchas ocasiones tendremos sensación de déjá vu, ya que parece que estemos jugando al propio Breath of the Wild en lugar de a un título independiente… constantemente visitaremos lugares ya conocidos como la Meseta de los Albores o el Reino Zora; pero como comprobaremos, a una escala muchísimo mayor.
Pero evidentemente, si eres fan de los Musou y vienes de Hyrule Warriors, la sorpresa será mayúscula. El primer Warriors es todo color y nos manda a batallas muy vistosas y dinámicas, pero donde por alguna razón, no se respiraba la palabra «guerra». Además, el hecho de combinar sub-universos tan dispares y con estilos artísticos tan distintos, a veces daba lugar a una extraña sensación de que todo estaba cortado y pegado sobre unos pocos escenarios tematizados que por desgracia se repetían hasta la saciedad.

En cambio, en La Era del Cataclismo sí que notamos esa épica y ominosidad propias de la guerra. Quizá sea por ese uso del color, o quizá por la naturaleza de la historia, pero el juego va in crescendo continuamente. La acción empieza ligera en pequeñas refriegas, y va incrementándose hasta desembocar en cruentas batallas en las que tendremos todo en contra. Los horrores de la guerra, perder más que ganar. Y por fortuna, podremos catar parte de ese sentimiento.
El movimiento se demuestra andando
Una de las cosas más reseñables de este juego es lo fluído de sus animaciones y movimientos de combate. Todos y cada uno de los personajes jugables tiene sus propios ataques, sus propias variaciones de uso de los “módulos Sheikah” y una mecánica jugable distinta. Además, tendremos varios atuendos para personalizar incluso un poco más.

Por desgracia, no todo es positivo. La poca variedad de los enemigos contrasta con la riqueza de movimientos de los personajes. Obviamente no podemos pedir que en un ejército de moblins todos sean distintos, pero sería de agradecer que los distintos enemigos de élite no se limiten a un recolor o a cambios leves.
Review Hyrule Warriors La era del cataclismo|Sinfonía de destrucción
La música siempre ha sido uno de los puntos focales de los juegos de Eiji Aonuma, y este Hyrule Warriors, a pesar de ser un spin-off, no podía ser menos. Como ya se ha dicho antes, este juego más que como producto aparte, funciona como una especie de extremidad prostética: quizá no debería estar ahí, pero está y es puramente funcional y puede dar sorpresas.
En este caso, el apartado sonoro ha sido trasplantado casi en su totalidad del juego madre, con muchas piezas que nos sonarán conocidas. Pero también contaremos con muchas piezas nuevas que refuerzan ese sentimiento belicoso al que aludía antes. La banda sonora sirve como guante de terciopelo a un juego que gana enteros según la acción se intensifica al ritmo de la música.

Otro apartado a tener en cuenta es el doblaje. En Peli o Manta siempre jugamos a la versión castellana si es posible, y en este caso, se puede decir que el doblaje patrio es un auténtico lujo. Las actuaciones son sentidas y cargadas de emotividad. Nos reiremos con ellos, sufriremos cuando estén en peligro y sentiremos la misma rabia que ellos. Además, este doblaje se mantiene fuera de las cinemáticas, por lo que el combate también está en español.
Conclusión Review Hyrule Warriors La era del cataclismo
Nos encontramos ante un juego muy orientado a fans de la saga. Eso no quiere decir que los fans de los musous no vayan a disfrutarlo, o que un neófito en la saga o en el género no vaya a disfrutarlo.
Pero es importante dejarlo claro, ya que es un producto que se disfruta a muchos más niveles si lo disfrutamos como parte de un mosaico en lugar de hacerlo de manera aislada.

No se puede decir que «reinvente el género musou», pero sí es indudable que supone un soplo de aire fresco a un género con gran riesgo de encorsetamiento y que se puede hacer bastante repetitivo. Lo importante en juegos como este es lanzarse, disfrutar del paseo y ver lo que tiene que ofrecer. Y sobre todo, evitemos los futuros disgustos… es un juego que merece la pena ver a dónde nos lleva, independientemente del desenlace que creamos que tendrá o que nos gustaría que tuviese.

Te golpearás el pecho con…
- La historia, muy centrada en Zelda y su papel como Sacerdotisa.
- El doblaje, chispeante y muy acertado
- La cantidad de personajes, combos y contenido desbloqueable.
- La acción y épica de la batalla
Te golpearás la cabeza con…
- Variedad de enemigos justita.
- En algunas misiones la curva de dificultad no está bien ajustada.
- Tanta actividad y misión secundaria pueden llegar a abrumar.
- Algunos personajes son algo “descontrolables” y te costará hacerte con ellos.
EL VEREDICTO

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