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[CRÍTICA] THE UMBRELLA ACADEMY

*Nota del editor*: el nombre de Elliot Page fue actualizado a fecha de 2 de diciembre de 2020.

En Peli o Manta hemos tenido la oportunidad de ver los primeros capítulos de The Umbrella Academy por adelantado. He aquí nuestra estimación acerca de la calidad de uno de los últimos productos que ofrece Netflix a sus consumidores. Que os vamos a dar nuestra opinión, vaya.

Superhéroes macarras a medio gas

The Umbrella Academy parece estar sacada de principios de esta década. Su aire irreverente y macarra recuerda a Kick-Ass o a Deadpool, pero se queda a medio camino entre el todo y la nada.

Tenemos a un niño que bebe alcohol, a un médium drogadicto, a un hombre pasado de rosca que se toma la justicia por su mano… Es decir, la serie cumple con todos los requisitos básicos para ser “edgy” y macarra.

Sin embargo, al intentar reclamar la atención del mayor público posible, o quizá porque la tendencia macarra del género está casi extinguida, no va más allá de lo básico. No es Kick-Ass, y tampoco es Wonder Woman o Black Panther (ejemplos del género clásico). Ni siquiera se parece en tono o ejecución a las otras series superheróicas de Netflix, con las que comparte formato y poco más.

The Umbrella Academy es una serie de superhéroes irreverente para quienes no les gusta la irreverencia. Hace quince años habría sido un bombazo, hace diez habría pasado sin pena ni gloria, hace cinco habría sido el cierre perfecto al subgénero. ¿Y ahora? Ahora es un coletazo final de un subgénero moribundo que parece que hemos superado como sociedad.


The Umbrella Academy y el trauma

El subgénero de superheroismo irreverente está plagado de referencias o tramas que lo ligan con problemas psicológicos. Desde un simple complejo de inferioridad (Kick-Ass) hasta un problema de salud mental serio (Defendor).

The Umbrella Academy no es diferente, y habla sobre el trauma tras una relación abusiva con una figura paterna. O dicho de otra manera: todo es culpa de Sir Reginald Hargreeves (Colm Feore).

No es nuevo que el estereotipo de millonario excéntrico esté acompañado con un complejo de superioridad y tendencias abusivas. Sin embargo, esta serie parece ofrecer una exploración profunda en las consecuencias psicológicas y emocionales en las víctimas.

Sir Hargreeves es un hombre autoritario, exigente y que, según vemos en los flashbacks, en ningún momento se interesa por el bienestar mental de sus hijos adoptivos. Les somete a situaciones de estrés extremo, y su obsesión con convertirlos en superhéroes los ha marcado de por vida. Y, de hecho, casi todos rechazan esa responsabilidad.

Básicamente, Sir Hargreeves es una versión macarra e irreverente de Charles Xavier, de los X-Men.


Comunidad frente a individuo

La serie no tiene un protagonista claro. O, mejor dicho, no tiene un protagonista individual. Y seguro que saldrán teorías sobre quién es el verdadero protagonista de la serie, como ya ha pasado con otras series corales (Friends, sin ir más lejos). Pero la falta de protagonista individual no es algo que rechazar, sino que abrazar.

Se podría argumentar que la protagonista es Vanya (Elliot Page) porque es la única sin poderes y, por tanto, el nexo de unión con el público. Pero Luther (Tom Hopper), Diego (David Castañeda), Allison (Emmy Raver-Lampman), Klaus (Robert Sheehan) o Número Cinco (Aidan Gallagher) tienen sus propias líneas argumentales de las que son los protagonistas.

Además, hay que sumarles a la pareja antagonista para la temporada: Cha-Cha (Mary J. Blige) y Hazel (Cameron Britton), un par de sicarios que recuerdan a John Travolta y Samuel L. Jackson en Pulp Fiction. Ellos también tienen su propio arco.

A pesar de tener tantos personajes protagonistas, The Umbrella Academy no les quita tiempo de pantalla a ninguno. Esto hace que el ritmo, sobre todo en los dos primeros capítulos, sea lento e irregular. Pero esto da igual, porque es una serie sobre la familia. Una familia adoptiva sobre la que no tuvieron nada que decir cuando Sir Reginald les adoptó, pero una familia al fin y al cabo.

Y es ahí a donde creemos que se dirige esta serie: ¿pueden ser una familia si lo único que les une es un trauma común?

Conclusión

En resumen, The Umbrella Academy es una serie irregular, tanto en el contenido como en la forma, que ofrece una nueva visión del subgénero macarra de los superhéroes. A falta de saber el final de la temporada, podemos decir con seguridad que es una serie disfrutable y, lo más importante, entretenida.

No es la octava maravilla del mundo, pero tiene el potencial de reavivar un subgénero que parecía estar en las últimas. ¡El 15 de febrero la tendréis en Netflix, justo en este enlace!

Miguel Corona

Intento de cineasta, guionista en potencia. A veces tengo opiniones sobre las películas, otras veces solo sentimientos por ellas. Fundamentalmente inofensivo.

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