
¡Atención, peliomanters! Os traemos una exclusiva solo para vosotrxs. Aunque tengamos que esperar hasta el 18 de diciembre para ver en Prime Video el estreno de El Cid, la nueva serie de José Velasco y Luis Arranz, en Peli o Manta hemos tenido acceso temprano a todos los episodios. Y todo para poder daros un pequeño avance… sin spoilers, as always. Aquí tenéis nuestra crítica de El Cid, de Prime Video.
Quedaos con nosotros, porque El Cid, aparte de ser producto nacional, viene cargado de historias para todos los intereses. No olvidemos que hablamos de un hombre que se convirtió en leyenda.
Ma-Cid-zos medievales
Hay que tener presente que en la Edad Media (casi) todo el bacalao lo cortaban los hombres. Fiel reflejo de eso, El Cid cuenta con un reparto mayoritariamente masculino formado por actores veteranos como Carlos Bardem, Juan Echanove y Ginés García Millán, y por otro conjunto de jóvenes entre los que se incluyen Jaime Lorente (Denver en La Casa de Papel y Nano en Élite), en el papel del propio Cid, Francisco Ortiz y Jaime Olías haciendo de los hijos del rey Fernando el Grande, y Pablo Álvarez en el papel de Orduño.

¿Alguna mujer? Alguna hay: Elia Galera es la reina Sancha, Alicia Sanz es la infanta Urraca y Lucía Guerrero es la indispensable Jimena. Pero no pasarían el Test de Bechdel, porque todas sus tramas giran inevitablemente en torno a algún hombre: la reina que intenta destronar a su marido, la infanta poco convencida con su lugar que además le hace ojitos a su propio hermano, y Jimena, que se debate entre su prometido y su mejor amigo.
Cuando el Cid no era Cid (te lo contamos en nuestra crítica de El Cid)
«Bueno, a ver, no es que la historia del Cid sea un misterio…». Ya, ya lo sé. Lo sabemos. Y también los guionistas. Por eso, el interés de la serie radica precisamente en lo que no sabemos de él: ¿quién era el Cid antes de convertirse en leyenda?

En primer lugar, solo un muchacho al que llamaban Ruy que encontró oficio como paje en los establos reales primero y como escudero del príncipe Sancho después. En segundo, un enamorado de su amiga Jimena, superior a él en posición social y ya prometida con otro. Y en tercero, un pobre chavalillo que se ve atrapado entre intrigas palaciegas y aprende rápido lo que implica vivir y trabajar para los reyes.
Por lo que sabemos de su leyenda, podemos vislumbrar atisbos del mito de la Cidnecienta (no os preocupéis, sé dónde está la salida).
Moros y cristianos | Crítica de El Cid
A todas estas tribulaciones personales, tenemos que añadir el contexto histórico: época convulsa en que los reyes cristianos se afanaban por quedar bien con la Iglesia al tiempo que se mataban entre hermanos. De ahí que gran parte de El Cid se desarrolle entre justas de bienvenida (con intento de asesinato incluido) y campos de batalla en que, de pronto, los musulmanes son aliados contra otro rey.

La ambientación entreteje los sucesos históricos con los dramas personales que, en cierta medida, no dejan de depender de ellos: las mujeres de la corte prostituidas por información, las enemistades entre hermanos que afectan a dos reinos, la enorme desconfianza entre musulmanes y cristianos (incluso cuando se suponían aliados) y ciertas dosis de incesto (así todo queda en familia).
El único problema es, quizás, un argumento de ritmo inconstante que se puede volver tedioso por momentos, con diálogos que a veces se apoyan demasiado en los silencios elocuentes. Es probable que si hubieran hablado más, no habría habido tantas guerras (en ese caso, considerémoslo ambientación también).

Te golpearás el pecho con…
- Las intrigas y los complots.
- Las relaciones personales sometidas al yugo de la época.
- La ambientación.
Te golpearás la cabeza con…
- La arritmia de algunos episodios.
- La falta de sentimiento de algunos diálogos.
EL VEREDICTO

Esta primera temporada de El Cid tiene tan solo 5 capítulos. ¿Qué tardarás en verlos? El Cid estará disponible el 18 de diciembre en Prime Video.
Para después, te recomiendo la crítica de Motherland: Fort Salem. Y si quieres contarnos algo, charlemos en el Instagram de Peli o Manta.
También te digo, y ya me callo, que si quieres ver algo increíblemente bueno, te hablo aquí de Gambito de Dama.