El mundo del cine nos tiene acostumbrados a que sean los héroes los encargados de luchar contra el crimen usando sus superpoderes. En películas como Venom, el antihéroe también le reparte a los malos. En videojuegos esto suele ocurrir menos y Not a Hero pretende cambiar esto.
Un videojuego distribuido por Devolver Digital suele ser sinónimo de calidad. La encargada de tal logro es Roll7, una desarrolladora británica conocida por el notable OlliOlli, juego que recuerda a otros grandes clásicos de la industria.
Este retorno al pasado ocurre en muchas desarrolladoras nuevas, ya que les permite amoldar la tecnología actual con la esencia más tradicional de los videojuegos, especialmente en la parte estética. Aquí tenéis su tráiler para Nintendo Switch.
Nuestro objetivo en Not a Hero es convertir a Bunny Lord en alcalde del pueblo. Aunque podremos llegar a alcanzar más y mejores puestos que harán que el final de la historia varíe ligeramente.
Si bien a día de hoy estamos acostumbrados a la política de las palabras, el hipotético alcalde prefiere usar el ruido que hace una bala al atravesar el pecho de los criminales que asolan la ciudad.
Nosotros seremos los encargados de eliminar a delincuentes, mafiosos y camellos que manchan la imagen de la ciudad y aterrorizan a sus ciudadanos. Para hacerlo podremos controlar a distintos personajes con diferentes características que iremos desbloqueando dependiendo del nivel de aprobación conseguido.
Para aumentarlo debemos ir completando los objetivos secundarios que nos proponga cada misión. Entre ellas encontraremos la tarea de robar un burrito, salvar a un payaso o acorralar a un delincuente para que Bunny Lord se encargue del resto.
La variedad de objetivos se multiplica porqué depende de qué personaje controlemos y qué modificadores encontremos, la misión se afronta de una manera u otra, pudiendo escoger entre cubrirnos o crear un verdadero caos disparando mientras nos movemos.
Aunque esta última opción exista, normalmente es la más peligrosa y la que suele frustrar más rápidamente al jugador. Esto, junto a la complejidad para hacer uso de las coberturas, ayuda a que el jugador pierda los nervios rápidamente.
Not a Hero es el típico juego que frustra y te hace apagar la consola para que al minuto la hayas vuelto a encender para darle otra oportunidad. Ese ciclo de frustración-satisfacción que unas veces se decantará hacía un lado u otro.
La dificultad irá en aumento y los enemigos variando dependiendo de a qué jefe de la banda criminal debamos matar. Algunos enemigos no podrán ser derribados haciendo uso de la voltereta o nos esquivarán, pero ninguno de ellos podrá evitar que su cabeza estalle si logramos un impacto crítico cerca de él.
Por otro lado, la estructura de niveles suele presentar siempre la misma verticalidad. Los desarrolladores son conscientes de ello porque el propio Bunny Lord se queja de ello. Pero todo está bien construido, ya que cada nivel se muestra bastante distinto al resto.
Es un diseño que nos ha recordado a Bonanza Bros. de Sega System 64. Un juego de acción que hacía lo mismo que Not a Hero: entras a un edificio, logras tu objetivo y escapas. Pero la diferencia principal es que el primero era mucho más lento que este.
La rápida jugabilidad es uno de esos aspectos que se han modificado de los clásicos para que notes que es más actual. Sin embargo, al juego de Roll7 le hubiera sentado mejor una acción más pausada para lograr algo de estrategia. Implementar el sistema de coberturas en un juego de acción veloz provoca que el control se vuelva algo impreciso.
Not a Hero recoge lo peor y lo mejor de los antiguos juegos escondidos en los cajones de nuestra casa. El control es algo impreciso y la velocidad del juego no creemos que sea la indicada. Aún así, el juego se mantiene sólido a lo largo de sus 4 horas de juego. 21 misiones que odiarás y amarás tanto como a su personaje principal.
LA OPINIÓN DE KONG 
Te golpearás el pecho con…
– Jugar a un juego retro, pero actual.
– Las opciones para afrontar una misma misión.
– El reto que significa.
Te golpearás la cabeza con…
– La exasperante dificultad en numerosos momentos.
– El control, impreciso en algunos momentos.
– El ritmo del juego, que a veces es demasiado rápido.
EL VEREDICTO:
Versión analizada: Nintendo Switch. Gracias a Devolver Digital por facilitarnos una copia del juego. ¿Ya lo habéis probado? ¡Te leemos en los comentarios!
