
NieR: Automata, desde su lanzamiento en PS4 allá por marzo de 2017, sigue dando de qué hablar. El pasado junio, los usuarios de Xbox One por fin pudieron disfrutar de este. Fue también en junio que su director dijo que le encantaría ver el juego en Nintendo Switch.
Yoko Taro, el artífice de NieR Automata
¿Quién está detrás de esta obra? Parecerá una locura si decimos que el responsable es un cabezón gris con una sonrisa siniestra permanente. Pero no estaríamos mintiendo.
Desde su precuela (Nier, 2010), Yoko Taro, su creador, ha aparecido en público llevando siempre una máscara de Emil, personaje recurrente de la saga.
Y como ya indica su extraña carta de presentación, Taro no es una persona común. Ha sido capaz de crear un mundo, un lenguaje y una narrativa que lo dice todo sin necesidad de palabras. Y aunque su estilo puede resultar repetitivo, no es para nada aburrido. Algo difícil de conseguir.
Rejugabilidad como palabra clave
Convirtiendo lo complicado en sencillo, Yoko Taro nos sumerge en una historia que se basa en la rejugabilidad. Así consigue explicar los entresijos de sus tramas. Algo que ya ocurría en títulos como Drakengard (2003) y el ya mencionado Nier.
La historia
En Nier Automata la Tierra está asolada por monstruos mecánicos y alienígenas, algo que tendremos que solucionar con la compañía de 9S, un chico con sabor a Sidekick (ya sabéis, como Robin para Batman). Nos adentraremos en una historia llena de secretos, traición, miedo y, sobre todo, acción. Muchos elementos diferentes que se combinan y hacen que el título sea difícil de catalogar.
Entre otras cosas, ofrece una aventura que nos adentrará en el futuro apocalíptico. Con un sistema de combate que nos hará saltar de la silla cada vez que ganemos un enfrentamiento complicado. Resalta la fuerza especial en sus personajes, de esos que o bien odias o bien te enamoras. Y será difícil que no les pillemos cariño, denotando una gran profundidad argumental, con sus virtudes y defectos y una muy bien construida evolución.
¡Ah! Y también los enemigos cuentan con gran peso en el entramado de la historia, con sentimientos, temores y delirios.
Aspectos técnicos
Y con todo esto llegamos al eje central de este artículo: los gráficos y cómo pesan a lo largo de todo un año de entregas punteras.
Cuando se habla de gráficos, se tiende a generalizar y decir si lo que se ve es bonito o feo. Pero hay que considerar muchas variables, desde el motor gráfico, el arte del juego y hasta el presupuesto. Y no se puede negar que Taro ha tratado con mimo infinito a cada una de sus creaciones: enemigos, jefe finales, animales, protagonistas y escenarios.
En estos últimos reconocemos la tendencia de otros juegos como Megaman o Sonic, en la que cada escenario es totalmente distinto al anterior.
Desiertos, bosques, bahías y la ciudad, todo muy bien integrado en el mapa. Cada uno con una gama de colores y un trabajo de la luz que te transmiten todo tipo de sensaciones.
Conclusión – NieR Automata
En conclusión, nos encontramos con una obra que se mantiene perfectamente desde su lanzamiento el año pasado, con una historia original, unos personajes atípicos y unas mecánicas tan perfiladas que te llevarán a hacer combos magníficos simplemente por su apartado visual.
Los videojuegos son entretenimiento, pero si lo sumas a ver algo diferente, bello e intrigante como NieR: Automata, le darás un nuevo sentido a la palabra jugar.
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