
Del cortometraje que se ven empujados a protagonizar Matthias y Maxime, entre risas y apuestas, tan solo se adivinan unas pocas imágenes. Se nos omite deliberadamente lo que será el detonante del despertar amoroso entre los dos amigos de la infancia. En cambio, la cámara prefiere mostrar la reacción del público que lo acaba de visionar. Entre ellos, un Matthias invadido por el germen de una atracción, hasta el momento, latente.
Después del filme fantasma The death and life of John F. Donovan (2018), que lamentablemente no llegó a estrenarse en España y que fue fríamente acogido por la crítica, Xavier Dolan, uno de los más prolíficos e personalísimos directores de la escena canadiense, vuelve a la carga. Matthias & Maxime es una bella historia que hemos podido ver en la plataforma digital Filmin, antes de que se estrene en cines.

Los escenarios
Un ambiente entre amigos, relajado (se trata de la pandilla de Xavier Dolan en la vida real) y en apariencia rebosante de complicidad, es uno de los escenarios que Dolan elige para retratar a una generación. La generación de la veborrea y del chiste, la que destruye etiquetas. La generación de la tecnología y del gusto por lo vintage. La rapidez es la clave.

Ahí, los amigos se sienten como pez en el agua hasta que la distensión va mermando a raíz de la grabación de un corto en el que deben besarse. Por un lado, tenemos a Maxime (Xavier Dolan), un joven reservado y sensible, con una marca de nacimiento que se extiende por su rostro como se extienden los estigmas que carga. Por otro, a Matthias (Gabriel D’Almeida Freitas), carismático y atormentado por la duda a contrarreloj.
El terreno familiar es otro de los escenarios. Mientras que Matthias vive rodeado de unas circunstancias aparentemente favorables, ahí es donde Maxime sufre lo indecible. Dolan perpetúa la obsesión, recurrente en su filmografía, de las relaciones conflictivas con la madre.

La actriz Anne Dorval ha representado a «la madre» en prácticamente toda la filmografía de Dolan: Yo maté a mi madre (J’ai tué ma mere, 2009), Los amores imaginarios (Les amours imaginaires, 2010) y Mommy (2014). En esta última alcanza el cénit interpretativo, encadenando otro papel maternal que se castiga a sí misma y a los demás por un pasado que desconocemos.
¿Qué hay de nuevo en Matthias & Maxime?
El Dolan de Matthias & Maxime conserva la esencia de ese cine que tanto ama, tanto referencia y que tan bien ha sabido acoplar a sus propio estilo. Una estética cercanísima a Wong Kar-wai o a Almodóvar, que hace «brillar» la fotografía en un formato analógico. Que juega con el kitsch, especialmente a través de los personajes femeninos secundarios que, en tanto que caricaturas, juegan a ser el contrapunto humorístico del drama, y del cual los personajes del amigo Rivette (Pier-Luc Funk) y la madre de Matthias (Micheline Bernard) son de lo más desternillante.

Y sigue siendo indiscutible: nadie como Dolan caza los hits de música pop para acompañar y elevar los momentos de locura, estallido y sensibilidad. Sin embargo, en este filme, Dolan ha disminuido la intensidad. Ha encontrado un tono más moderado y suavizado. Se aleja de la radicalidad que quizá llevó a su máxima expresión en Laurence Anyways (2012) (que, pese a las formas, era sin duda una historia intimista), para simplificar los recursos y apostar de lleno por ellos. Su interés primordial es, ahora, nuestro acercamiento empático hacia los protagonistas.
Conclusión Matthias & Maxime | Entonces, ¿es una cuestión de estilo o de ego?
Xavier Dolan tiene mucho que decir. Cierta crítica y público lo han denostado casi desde sus inicios, apelando a que el director carece de recursos más allá de la autoreferencia, los tics, el histrionismo, y un estilo en bucle, excesivamente apoyado en una estética o envoltorio que engulliría cualquier argumento sólido.

Dolan, sí, puede pecar de desmesura. Sus películas persiguen una extraña «perfección imperfecta»; son excesivos y redundantes y se apoyan en evidentes lugares comunes. Pero Dolan utiliza esa «comodidad» para saltar al vacío: su osadía y fidelidad a sí mismo son superiores a cualquier defecto que se le pueda atribuir.
Tal vez, el cine de Dolan está demasiado cerca de sus entrañas. Y por eso nos gusta.

Te golpearás el pecho con…
- Que Dolan ha sabido suavizar su estilo sin perder ni un ápice de su esencia.
- Cómo, mediante la sinceridad y la intensidad de la mano, no necesita apoyarse en lo veraz ni en el detalle argumental.
- La manera en que disuelve cualquier etiqueta o estereotipo a la hora de abordar la orientación sexual.
Te golpearás la cabeza con…
- La presencia femenina: flojea y no consigue escapar de los clichés.
- Que echamos de menos «la interpretación» memorable.
EL VEREDICTO:

¿Cómo lleváis el confinamiento? Nada mejor para aliviar las secuelas de estos tiempos que recordar Frases de los SIMPSON en tiempos de CORONAVIRUS. ¡No os lo perdáis!
Si bien Matthias & Maxime no está todavía disponible bajo demanda, sí tenéis seis películas imperdibles del Xavier Dolan en Filmin.