
Este viernes 5 de agosto hace parada en nuestros cines Bullet Train, la película protagonizada por Brad Pitt y dirigida por David Leitch (Deadpool 2, Atómica). El tren de alta velocidad que hace del AVE un juego de niños.
Un serie de catastróficas desdichas
Hay ocasiones en las que te sientas en la butaca de un cine y, en lugar de ver una película, presencias una serie de sketches más o menos cómicos ligeramente hilvanados en un hilo conductor. Los maestros de esto han sido los Monty Python, pero no han sido los únicos.
Lo raro es que este concepto no se haya aplicado al género de la acción. Bullet Train se acerca todo lo que una película del Hollywood más convencional puede hacerlo. Si bien Pitt lidera el reparto, es una película mucho más coral de lo que suele darse en este tipo de vehículos para sus protagonistas (juego de palabras intencionado).

Al no existir un protagonista claro, la película necesita encontrar su anclaje en otros lugares. En este caso, su ancla es la suerte. Cualquier profesor de guion cinematográfico te dirá como mínimo dos cosas:
1) No existen las reglas a la hora de escribir.
2) Nunca, nunca dejes que los héroes ganen gracias a la buena suerte.
Estas dos afirmaciones no pueden coexistir, porque la segunda es una regla muy clara (y bastante intransigente). Por esto, Bullet Train es el extraño caso que se rige por la primera afirmación en lugar de la segunda.

Convierte la suerte (buena, mala y viceversa) en un factor tan clave para el desarrollo de la acción, que no puede permitirse el lujo de retirarla para la resolución del tercer acto.
Bullet Train: un baile de asientos
Bullet Train encierra a sus protagonistas dentro de un tren bala que se mueve a tal velocidad que podrían estar estáticos en el tiempo. El mundo se ha quedado en suspensión mientras juegan a Tom y Jerry en los recovecos del tren, corriendo arriba y abajo.

Y mientras que la historia consiste en un complejo ir y venir de mcguffins, de motivaciones y excentricidades; en el fondo, Bullet Train no es otra cosa que el juego de las sillitas. Y esto lo digo como el mejor de los halagos.
La música empieza en el primer minuto, y hasta que no acaba no sabemos quién ha conseguido sentarse tras una serie de eventos que han destruido el resto de sillas. Y esto está aliñado con cameos a puñados, algunos geniales y otros cansinos.

Te golpearás el pecho con…
- El momento actual de la carrera de Brad Pitt como actor cómico.
- La pareja de criminales que forman Aaron Taylor-Johnson y Brian Tyree Henry.
Te golpearás la cabeza con…
- David Leitch, que flaquea en algunos momentos clave.
- La revelación del “malo” llega demasiado tarde para el poco impacto que tiene.
EL VEREDICTO

¿Sigues con ganas de acción y comedia (y romance)? Echa un ojo a nuestra crítica de La ciudad perdida. O igual prefieres algo más contemplativo y con más Nicholas Cage: como nuestra crítica de Pig.