
Ni el auspicio en la producción de Sam Raimi salva Ruega por nosotros (The Unholy), una cinta de terror dirigida por Evan Spiliotopoulos completamente fallida y con escasos elementos que escapen de la decepción.
El bien y el mal | Ruega por nosotros
El bien y el mal, en su estado primigenio y/o espiritual, han sido siempre caldo de cultivo del cine de terror. Dios y su reverso: Damien, La semilla del diablo, Stigmata, La monja o El exorcista, por solamente denominar algunas de las numerosas y archiconocidas películas que se sirven de la religión y lo demoníaco como excusa de la trama. Ruega por nosotros se suma a ello, con la novedad de incluir el escenario de unos encuentros milagrosos.

Tras protagonizar unas apariciones de la Virgen María, Alice (Cricket Brown) una chica antes sordomuda, ahora es capaz de hablar y, no solo eso, sino que cura a enfermos y se comunica con la madre de Dios. El periodista Gerry Fenn (Jeffrey Dean Morgan), de cuestionable pasado profesional, se encargará de informar del caso a través del medio de comunicación que le ha dado la espalda hasta ahora, en una seguna oportunidad que le brinda éste, aprovechando el filón morboso de la situación.
Los milagros, a Lourdes | Ruega por nosotros
La premisa inicial de la película es interesante y en cierta manera novedosa (se basa en la novela de James Herbert, Shrine). Pero, aun partiendo de una buena idea, el resultado no tiene pretensión alguna salvo asustar de vez en cuando al espectador. Y ni eso consigue. Mientras, una sucesión de escenas hilarantes intentan narrar la historia a la vez que la desaprovechan escandalosamente.

Los dobles y fallidos jumpscares son tan previsibles como poco trabajados. El protagonista consigue desprender una justísima pizca de carisma y Cricket Brown, en el papel de Alice, desempeña una interpretación más que aceptable y con la intensidad requerida. Pero, en general, la construcción de personajes se desmorona constantemente.
La novia de Satán
No hay gusto ni elegancia en la ejecución. No hay intento alguno de dar cohesión al conjunto y que el ejercicio tenga un mínimo de unicidad, de estilo propio y distinguible. Es una película hecha de mala gana.
Lo más catastrófico radica en la concepción y diseño de las fuerzas oscuras. Una historia de ese calibre merecía una entidad más lúgubre, esquiva. En cambio, aparece serpenteante, demasiado evidente, «personificada» con formas y ademanes que ya hemos visto hasta la saciedad.

Y, por supuesto, no se ha dedicado esfuerzo en concebir una ambientación digna, de modo que la atmósfera brilla por su ausencia. En ningún momento sentimos esa inquietud de lo oscuro macerándose, a punto de devorarnos. No, Evan Spiliotopoulos: no basta con oscurecer repentinamente unos ojos inocentes como antesala del mal.
Conclusión | Ruega por nosotros
Ruega por nosotros, además del pretendido terror, mantiene un plano subyacente en el que se despliega un mensaje de alerta hacia los falsos profetas, hacia las fake news o hacia los cultos de moda. Pero nos preguntamos: ¿cómo va a calar en el espectador una reflexión o denuncia, por profunda que sea, con este envoltorio tan fracasado?
¿Es una película desaprovechada? Absolutamente. Pero el desastre es tal, que difícilmente podría reaprovecharse. Debería tratarse de otra película. Ruega por nosotros solo funciona para echarse unas risas, y si estás de humor.

Te golpearás el pecho con…
- La idea inicial antes de que la película la pervierta.
- La interpretación de Cricket Brown como lo más consumible de la película.
Te golpearás la cabeza con…
- Un conjunto soso, desganado y con falta total de gusto.
- Hilarantes y bochornosas escenas como la del powerpoint sobre los grandes hitos de apariciones marianas.
- Las pobres disquisiciones de los protagonistas en su empeño de derrotar al mal.
EL VEREDICTO

Si queréis algo de terror, pero bien hecho, Claudia vio Eight for Silver en el Sundance 2021.