
Hoy, viernes 11 de febrero, se estrena Uncharted. La película protagonizada por Tom Holland y dirigida por Reuben Fleischer promete un refrescante baño en aguas inexploradas. ¿Lo cumple?
Breve historia del género de aventuras
La exploración de tierras sin cartografiar es un tema mucho más complejo de lo que a la gente le gustaría conocer. Lo que en Europa y el mundo occidental en general se ha conocido como los descubrimientos del nuevo mundo, la exploración de tierras inexploradas y la búsqueda de mitos a lo ancho y largo de mundo no es más que colonialismo. Y el colonialismo, en contra de lo que piensa la gente, fue malo.
Las películas de aventuras en las que los personajes buscan el tesoro perdido de X o la reliquia Y que pertenece en un museo no son sino un vestigio cultural de esa colonización del mundo exterior. Buscan lo exótico y lo maravilloso en tierras extranjeras donde nuestros antepasados conquistaron, arrasaron y aniquilaron.

Indiana Jones no es más que uno de los iconos más conocidos, pero otros personajes que siguen su estela son Lara Croft (Tomb Raider), el protagonista de La búsqueda (Nicholas Cage, no me acuerdo del nombre del personaje y creo que eso es bastante significativo) o, desde el 2007, Nathan Drake, el protagonista de Uncharted (Tom Holland en la película).
Una persona blanca viaja a América del Sur, a África, a Asia… y recupera un artefacto, un tesoro, una bagatela de la civilización perdida que ha visitado. Las motivaciones varían, pero suelen ser egoístas sin tener presentes las necesidades de las personas nativas.
Uncharted y el colonialismo
Afortunadamente, la película Uncharted se desvía ligeramente de esta tendencia. El tesoro que buscan, aunque tuviese su origen en una de esas regiones colonizadas y probablemente masacradas, desecha el “exoticismo” de esos países y a cambio se centra en uno de los países colonizadores y genocidas: España.
La película nos lleva a las Filipinas, pero su cultura es ignorada. Mientras que en la mayoría de ocasiones esto sería algo negativo, al ver los últimos intentos de representación de culturas no-occidentales por parte de Hollywood (Raya, Frozen 2, Jungle Cruise), es mejor que hayan decidido no intentarlo.

Para sobreponer esta falta de cultura exótica, toda la película gira en torno a un tesoro español, con un antagonista español (Antonio Banderas) y una mitología española. Eso sí, esta mitología está intrínsecamente ligada a la colonización.
Por esto, Uncharted consigue esquivar las aguas más profundas habituales en este tipo de películas, pero sigue estancándose en los bajíos del mar. No representan erróneamente una cultura, pero también ignoran la historia de colonización y los problemas intrínsecos de este género.
Y a estas alturas os estaréis preguntando: vale, ¿pero entonces Uncharted bien o Uncharted mal?
Pues la película normal. Está bien. Su principal virtud es su sencillez.
Tras un baile de directores que haría temblar las piernas del productor más veterano, cabría esperar que el resultado final fuese un desastre de principio a fin, con una trama fangosa resultado de demasiadas manos en los mandos y una falta de personalidad en la dirección que resultaría en un aburrimiento.
Pues bien, el único resultado negativo que se pueda ver en la película por esta circunstancia es, efectivamente, que la película no tiene personalidad. Pero su trama no es confusa, sino simple y directa; y a pesar de su dirección genérica, no aburre en ningún momento.

La búsqueda del tesoro en esta película es simple: necesitamos X para encontrar Y que nos llevará a Z. Y ya está, no hace falta nada más. Lo único que complica esta situación, para hacerlo más interesante, son la serie de traiciones y culebrones entre los personajes.
En cuanto a los personajes, también encontramos simpleza. Todos son planos, con una característica que les define y nada más en su fondo. Normalmente, esto sería una gran falta. Y aunque en Uncharted sigue siendo un defecto, está en tono con el resto de la película.
Uncharted no ha tenido la ambición de hacer una pieza artística de lo que en el fondo es una pieza de entretenimiento. Y, después de ver el viaje de esta película a lo largo de los años, es el mejor resultado posible.
Tom Holland, Uncharted, y la sombra de Peter Parker
Una de las preocupaciones al anunciarse esta película fue la elección de Tom Holland como su protagonista. No tanto por sus cualidades como actor o su parecido físico con el personaje original, sino porque Tom Holland ya tiene una franquicia. ¿Sería capaz de desmarcarse lo suficiente de Peter Parker?

La respuesta es sí, y no. De la misma manera que Harrison Ford tenía Star Wars e Indiana Jones, la diferencia entre los personajes de Tom Holland es mínima. No son el mismo personaje, pero no puedes evitar divorciar al actor del personaje. Así que si eres fan de Tom Holland, probablemente te guste la película.
Por otro lado, la gran sorpresa de la película (para mí) ha sido la química entre Mark Walhberg (Sully) y Tom Holland. Sin duda, una de las mejores cosas en esta película tan simple, tan plana, y tan divertida.
En definitiva, Uncharted es un divertimento, donde tu cerebro no va a tener que hacer ningún esfuerzo. Pero no busques personajes, no busques ideas, no busques nada más que un escape del mundo real. Bueno, sí puedes encontrar a Antonio Banderas haciendo de español en Hollywood, algo poco habitual.

Te golpearás el pecho con…
- La química entre Tom Holland y Mark Walhberg.
- La recuperación (hasta cierto punto) del espíritu palomitero olvidado.
Te golpearás la cabeza con…
- No hay absolutamente nada que no hayamos visto antes, ni organizado de forma original.
- De nuevo, una película sobre la historia de España sin mencionar que hicimos un genocidio.
EL VEREDICTO

¿Sigues con ganas de más Tom Holland? Pues refresca tu memoria con la crítica de Spider-Man No Way Home.