
Este 15 de marzo se estrena Mirai, mi hermana pequeña (Mirai no mirai), la nueva película de Mamoru Hosoda. Y solo tengo dos cosas que decir al respecto: que vayáis a verla y que llevéis pañuelos.
Bueno, va, escribo algo más. Miraos el tráiler mientras busco los clínex.
Hosoda: una nueva esperanza
Desde que en 2006 dirigió La chica que saltaba a través del tiempo, Mamoru Hosoda ha sido apodado por muchos como “el siguiente Miyazaki”, expresando así la esperanza de que este nuevo director realizase grandes películas de animación japonesas que alcanzaran un éxito internacional.

Parece que este momento ha llegado con Mirai y su nominación a los Óscar, a pesar de no haber ganado la estatuilla. Y es que por primera vez en muchos años todas las nominadas a esta categoría han sido películas sobresalientes. Si aún no habéis visto la ganadora, Spider-man: un nuevo universo, ya estáis tardando en leer la crítica.
El argumento de Mirai
Mirai nos cuenta la historia de Kun, un crío de cuatro años cuya vida cambia por completo con la llegada de Mirai, su hermana pequeña recién nacida. A partir de aquí nos sumergimos en una historia entretenida y muy tierna sobre las relaciones de familia y los lazos con el pasado, en la que no podían faltar los viajes en el tiempo y los animales antropomórficos, sellos del director.

Hasta hace bien poco, yo consideraba Wolf Children, también de Hosoda, como “La película más bonita que se había hecho jamás”. No suelo adjudicar títulos tan ambiciosos y contundentes, pero esa película clarísimamente lo merecía. O así ha sido hasta que he visto Mirai. Ahora hay un empate.
Por cierto, Tony Zhou habla de Wolf Children en uno de sus vídeos de Every Frame a Painting. Recomendadísimo (como el resto del canal).
Un coming-of-age peculiar
Mirai es una película coming-of-age, pero a diferencia de la mayoría, su protagonista no es un pre-adolescentes que deja atrás su infancia, ni un adolescentes que madura, ni siquiera un veinteañero que sigue sin enterarse de qué va eso de ser adulto. Se remonta mucho más atrás en el tiempo.

Mi madre, cuando ve una foto en la que salimos yo y mi hermano pequeño de críos, siempre comenta lo mismo: “eras tan pequeña… y te hiciste tan mayor de repente.”
Y es que de eso nos habla Mirai. De ese primer paso hacia la madurez que muchos damos siendo aún muy pequeños. De ese momento en el que entendemos que ha aparecido alguien aún más pequeño y vulnerable que nos necesita. Que depende de nosotros.
Y mucho más
Todo esto y más, porque como buena película, no le faltan subtramas, subtemas, subtexto y todos los subs que se os puedan ocurrir. Contado a través de una animación increíble y muy cuidada, incluyendo una secuencia de pesadilla de lo más real y unos paisajes que os harán dudar sobre si os habéis equivocado de sala y estáis viendo una película de acción real.

Y no os cuento más. Vedla. Y si tenéis la oportunidad, en pantalla grande.

Te golpearás el pecho con:
- Una historia sencilla, ligera e íntima.
- El toque de fantasía a la realidad cotidiana.
- El espectáculo visual.
Te golpearás la cabeza:
- Si no vas a verla, porque te arrepentirás.
EL VEREDICTO

Este no es el único estreno que te traemos en Peli o Manta. Así que podéis ver Mirai, mi hermana pequeña y después pensaros si queréis doble sesión con Beautiful Boy o Escape Room.
Ah, y si estás leyendo esto después de verla, quiero leer tu opinión en los comentarios.