
El 25 de noviembre llega a nuestras salas La Mujer Rey, un drama lleno de sangre, aceite y furia. Protagonizada por Viola Davis, y dirigida por Gina Prince-Bythewoood (La Vieja Guardia), abre la puerta a una nueva vena de película de época. Y cuando decimos abre la puerta, nos referimos a machetazos.
Todo sobre lo que no puedo hablar
En contra de lo que a muchos hombres mucha gente le guste decir, no todas las opiniones son iguales. Lo que un hombre blanco pueda decir sobre esta película es… bueno, irrelevante. Os lo digo yo, que a grandes rasgos soy básicamente un hombre (no exactamente, pero eso es para otro momento) blanco.
¿Y qué hago escribiendo yo la crítica? Pues alguien tenía que hacerlo, y negarme a escribirla después de ir al pase de prensa quedaría bastante feo. Como tal, me veo en la obligación de formular mis opiniones y quiero que estas seas productivas.
Los aspectos más interesantes de esta pelícual recaen en el contexto de su argumento, sobre las Agojie y su líder Nanisca (Viola Davis) y el conflicto con un imperio vecino a su reino, y el tema tangencial que intenta abordar que no se atreve: ¿qué hacían los reinos africanos vendiendo a su propia gente a los esclavistas?

Como es comprensible, no puedo hablar de estas cosas sin la debida investigación. No conozco la historia de Dahomey (el reino de las protagonistas) ni del rol que los líderes africanos tuvieron en la colonización de África. Y así, no puedo decir si en ese aspecto la película es un éxito o no.
Ni siquiera puedo orientaros acerca de si aborda estos temas con los necesarios matices o si, en realidad, es un burdo intento de Hollywood para rescatar historias enterradas en el tiempo.
Sangre y dolor hacen a la mujer rey
Donde sí puedo opinar un poco más, pero sólo porque he leído mucha más literatura al respecto es de las figuras de Nanisca y Nawi (Thuso Mbedo). De nuevo, esto se debe coger con pinzas pues la experiencia de estas mujeres dista mucho de las ideologías feministas más populares. Creo que la relación entre ellas, y su historia, es donde la película empieza a hacer aguas de forma obvia. Y por lo tanto, me hace dudar de su éxito en el punto anterior.
Para empezar, creo que es importante ir a esta película sabiendo que hay una escena relativamente explícita de agresión sexual. No es tanto que sea *vea* como que se *siente*, y probablemente eso sea peor para quienes puedan pasarlo mal.

Mientras que la historia de las mujeres a lo largo del tiempo está plagada de sufrimiento a manos de hombres, y África no creo que fuese una excepción (de nuevo, no es una opinión informada), La Mujer Rey elige hacer de este hecho todo el foco en el que giran las historias de sus dos protagonistas.
Esto va más allá de que tengamos una escena explícita, sino que construyen la película alrededor de algo traumático que no era necesario. La esclavitud es un trauma suficiente sobre el que construir un conflicto, ¿por qué redundar con violencia sexual?
Se me antoja un truco de ilusionismo para que la catarsis del final sea mucho más efectiva, e incluso un intento de acercar la historia de Nanisca a mujeres blancas. Ambas opciones me parecen vagas, pero la última me resultaría insultante. ¿Acaso creemos que no podemos empatizar con una persona dispuesta a defenderse frente a la esclavitud que tenemos que hacer que el antagonista sea su violador?
El reparto estelar de La Mujer Rey… y por qué es un error
Pero pasemos a los aspectos de La Mujer Rey sobre los que sí que puedo dar opiniones informadas, que me temo que son los menos interesantes de comentar.
Cinematográficamente hablando, la película tiene altibajos. La fotografía de Polly Morgan es clara y captura el colorido de África que en tantas películas falta (o, en el caso de Black Panther, el CGI emborrona). Muchos de los planos de las Agojie en acción son poderosos y enfáticos, pero luego cae en los mismos movimientos confusos de la acción en los últimos años.

El reparto de La Mujer Rey es tremendo, y todas las actrices (y John Boyega) rayan la excelencia para unos papeles demasiado planos. Sin embargo, la estelaridad del reparto y sus raíces en Hollywood trabajan en su contra.
La presencia de relativas desconocidas como Thuso Mbedo o Sheila Atim (que ya han hecho sus pinitos en Hollywood pero no son estrellas) hace un contraste contraproducente cuando comparten plano con Viola Davis o Lashana Lynch.
Entiendo que sin las estrellas, el presupuesto habría sino inexistente, pero la inmersión a esta historia es casi imposible cuando sus protagonistas hablan en inglés. Ya sabéis, la lengua de sus colonizadores. En una película donde sus protagonistas luchan contra la misma…

Te golpearás el pecho con…
- Su reparto, en especial Lashana Lynch.
- Su sentido de la estética y los poderosos encuadres a las Agojie.
Te golpearás la cabeza con…
- La mezcla torpe de sensibilidades modernas con ideas del siglo XIX.
- Que si no fuese por la novedad del tema, sería una historia de violencia más.
EL VEREDICTO

Si después de leer esta crítica donde he admitido no poder hablar de sus aspectos más interesantes, ¿por qué no te pasas por la tremenda crítica de Laura Riera sobre Blonde?