
El viernes 11 de octubre se estrena en nuestras salas la nueva película de Ang Lee (Brokeback Mountain), protagonizada por Will Smith: Géminis (la película, no el signo del zodiaco).
Dato importante: uno de los guionistas es David Benioff, co-creador y showrunner de Juego de Tronos. Antes de la crítica de Géminis, tienes el tráiler:
Podéis ver el tráiler doblado aquí.
El tiro por la culata de un cineasta versátil – Película Géminis
Ang Lee es un director inquieto, que nunca se ha quedado en un género más de dos películas y que en algún momento iba a llegar al blockbuster de ciencia-ficción. Es un cineasta que ha adaptado a Jane Austen (Sentido y sensibilidad), ha reflexionado sobre la existencia de dios (La vida de Pi) e incluso ha explorado la dualidad del ser humano a través de Marvel (Hulk, 2003).
Sin embargo, Géminis no tiene sentido, ni sensibilidad, ni aspiraciones teológicas, ni exploraciones humanas. Es un simple entretenimiento que usa la tecnología 3D para contar una historia manida y que dejó de ser original hace mucho tiempo.
Un 3D al servicio de nadie

Desde que se empezó a experimentar con el 3D (hace más de 100 años, allá por el 1890) se ha debatido si esta es realmente una herramienta narrativa o un simple truco de magia que no aporta sustancia al medio.
Y la película Géminis no ayuda a la causa. Aunque su uso del 3D es más interesante que otras predecesoras que solo servían para subrayar los cuerpos de las actrices e intentar justificar su uso tirando cosas a la cara del espectador, no aporta nada nuevo al repertorio.
Suena raro decirlo, pero Spy Kids 3 usó el 3D de forma más interesante, y de forma más relevante a la trama, al tema y a la tesis de la película que este intento pseudointelectual de reflexionar sobre la moralidad de crear el soldado perfecto (y los clones).
Géminis: película sin tema ni tesis, ni alma.
Y en este punto radica el problema de la película: es ciencia-ficción sin sustancia. El peor tipo de ciencia-ficción.
Pero no sorprende que esta película carezca de las reflexiones humanistas que hasta una película de Michael Bay tenía (La isla) cuando vemos que uno de los guionistas ha dicho que “los temas son para estudiantes de secundaria”. Sí, David Benioff, uno de los responsables de la serie de Juego de Tronos, no escribe pensando en un tema o una tesis, y se nota.

La ciencia-ficción siempre ha servido como alegoría o metáfora, sobre todo si trata cuestiones como la clonación o la perfección de la guerra. Negar este hecho es negar la ciencia-ficción, por lo que esta película va en contra de todo lo que el género al que supuestamente pertenece representa.
Al final, es un divertimento sin fondo que puede gustar por su 3D decente, por escenas de acción bien rodadas (pero tampoco de forma espectacular) y porque Will Smith y Mary Elizabeth Winstead hacen todo lo posible por sacar a flote sus personajes. Pero si crees que vas a ver una metáfora sobre un enfrentamiento contra tu pasado, mejor no la veas.

Te golpearás el pecho con…
- Que las imágenes son limpias y no es difícil seguir la acción.
- El 3D. Aunque no es una maravilla, mejora la experiencia de algunas secuencias.
Te golpearás la cabeza con…
- Que aspire a reflexionar cuando no tiene nada interesante que decir.
- Que lo que sí dice es confuso, y nada nuevo.
EL VEREDICTO

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