
La realidad es una mierda. Nos hemos acostumbrado a que cada día bombardeen ciudades, muera gente por la carretera o el cáncer sea una de las enfermedades más letales del mundo. Afortunadamente, no todo es así, los videojuegos son esas herramientas que nos permiten vivir más de una vida y olvidarnos la que está a dos metros del salón.
Aunque realmente no sé a qué distancia tenéis el salón de la calle, sí que estaréis de acuerdo en que los videojuegos nos permiten evadirnos de la realidad para vivir nuevas experiencias en lugares y situaciones inimaginables. Como por ejemplo, que una mujer con la mano amputada en primera línea de fuego protagonice el tráiler y la portada del nuevo Battlefield de EA. La polémica estaba servida.
Battlefield V se desarrolla durante la II Guerra Mundial, un periodo importantísimo para el desarrollo del siglo XX. Las mujeres, a priori, iban a tener el mismo papel que en la guerra predecesora a esta, dedicándose a la prensa y a la fábrica de armas. No obstante, en esta segunda guerra adquirieron nuevo protagonismo, llegando incluso a luchar en batallas de menor calibre.
El feminismo está más fuerte que nunca y cada vez se encuentra más presente en todos los ámbitos de nuestra sociedad. Por ello, no es una sorpresa que haya llegado también al mundo de los videojuegos, una industria que ha sido denunciada por muchas mujeres por sus actitudes sexistas y discriminatorias. Sin duda este movimiento ha influido en la decisión de EA de poner a una mujer como protagonista de Battlefield V, decisión que ha resultado muy controvertida.
La realidad nunca debería igualar a la ficción. Qué importa que exista una ciudad submarina que experimente con nuevos sistemas sociales o que el oro español esconda un maleficio. Lo importante aquí es el disfrute de uno mismo. Battlefield está plagado de incoherencias históricas, limitándose solo a la recreación fiel de las armas y vehículos. Y aun así ahí también las tiene, porque recordemos que hay soldados paseándose por el campo de batalla con armas de color fosforito.
Personalmente, cuando juego nunca estoy pensando en la fidelidad histórica de lo que estoy viendo, básicamente porque si lo hiciera ya hubiera muerto, ya sea porque alguien ha estrellado su caza contra mi cabeza o porque me acaban de matar con un desfibrilador. Sea como sea, ¿qué importa ser fiel a la historia si el uso que se le da es tan extravagante como estas situaciones?
De hecho, una buena recreación histórica no siempre se ha visto recompensada por los fans, ya que cuando jugamos no estamos atentos a ella. Ubisoft siempre ha sido fiel históricamente en la saga Assassin’s Creed, pero las críticas dejaron de alabar ese punto cuando todos sus juegos lo hacían. Aún recuerdo a Assassin’s Creed 2 dándome lecciones de historia cuando te acercabas a un monumento o personaje relevante. Al principio me parecía gracioso, o incluso curioso. Pero a medida que avanzabas, estas lecciones te extraían más del juego de lo que te ayudaban a adentrarte en él.
Con Battlefield me pasa igual. A mí no me importa que un vehículo tenga equis forma porque era la que tenían en la II Guerra Mundial. Yo prefiero que un transporte me permita hacer el mayor número de muertes o me lleve a mí y a mis amigos a capturar el objetivo enemigo. Me da igual que un arma no se recargue así si me permite destruir al equipo enemigo. Qué más da si llevo a un hombre, a una mujer o a mi abuela que dispara con una mano mientras te hace unas croquetas con la otra, en Battlefield no importa a quién lleves mientras todos se muevan igual.
La recreación historia en los videojuegos debería ser siempre algo opcional. Algo que la primera vez que lo veas pienses “anda, qué curioso”, y después lo utilices para el fin que prefieras. Entiendo que hay todo tipo de jugadores, pero aunque parezca mentira, hay quienes disfrutan de los bugs de los videojuegos o aquellos que quieren exprimir al máximo las posibilidades que este ofrece.
Aunque la posibilidad que presenta EA es poco probable históricamente hablando, seguro que creen que una persona aprenderá más de la II Guerra Mundial en un libro o un documental que en un videojuego. Estos son para disfrutar, para aprender una serie de valores o para emocionarnos con sus propias historias. Así que montemos nuestra propia guerra con coches voladores, aviones kamikaze y mujeres acribillando a un ejército de hombres. La ficción es maravillosa, no la convirtamos en una mierda. Yo ya me he hecho con mi mejor arma para defender mi opinión en los comentarios.