
Belle, la nueva película de Mamoru Hosada (La chica que saltaba a través del tiempo, Mirai), se estrena el 18 de marzo en nuestros cines. Una revisitación de la clásica historia de La Bella y la Bestia trasladada al mundo de internet y las redes sociales.
Bella y bestia son.
La historia de la Bella y la Bestia se ha contado innumerables veces (aunque seguro que alguien las ha enumerado). En su mayoría de interpretaciones, se trata de una historia de amor entre una joven y una bestia antropomórfica, un hombre maldito a vagar los confines de su castillo. Las razones por las que está maldito pueden variar, así como las condiciones de su condición. Sin embargo, la moraleja de estos cuentos suele encontrarse en el aforismo “la belleza está en el interior” o frases que pueden significar lo mismo.
Normalmente, la bella es la mujer y la bestia es el hombre; y un curso de aceptación interior así como la idea de que puedes querer a alguien por su forma de ser y no por lo guapo que sea son los temas de todas estas historias.

En Belle, sin embargo, la idea cambia. Lejos de ser una subversión radical de lo que hemos llegado a conocer como la historia de la Bella y la Bestia, Mamoru Hosoda se ha limitado a contar una historia diferente dentro de los parámetros del cuento original. Ha cogido la historia de belleza interior frente a belleza exterior y la ha aplicado al anonimato de las redes sociales y la presentación de nuestro yo digital.
Belle como avatar de internet y la belleza como una barrera más en la que esconderse
Belle, la película, entiende internet y las redes sociales desde una perspectiva fundamental: forma parte de nuestra vida. La futurista app y red social U tan prominente en la película, no es sino el siguiente paso natural para las redes sociales (muy reminiscente del metaverso y esas giliflauteces) y en lugar de hacer juicios de valores se limita a usarlo como debería usarse. No es sino otra herramienta que tenemos a día de hoy para contar historias.
La protagonista, Suzu, es una joven adolescente (habitual en la filmografía de su director) hundida en el trauma de haber perdido a su madre cuando era niña. Los avatares de U cogen toda tu esencia y potencias todas tus características (metáfora bruta de cómo en internet somos la versión más radical de nosotros mismos), así que ella se transforma en una hermosa mujer con una voz celestial.

Como no podía ser de otra forma, se vuelve viral cuando la gente la oye cantar. Sin embargo, este sistema de creación de avatares tiene su peligro, y uno de esos avatares ha dado resultado en la Bestia (o el Dragón), un avatar antropomórfico pero muy animal que no hace más que destruir allá por donde va.
Belle usa La bella y la bestia para una historia que no es de amor
Lo que sigue a continuación te sorprenderá (o no). Pero hasta aquí es lo que puedo hablar del argumento como tal sin entrar en spoilers, a pesar de que esta película es perfectamente disfrutable incluso si conoces el final.
Sí que puedo hablar de cómo difiere de otras historias basadas en este cuento, ya que hablar de temas abstracto no es un spoiler como tal. Aun así, si quieres ir completamente virgen a esta película, sin saber exactamente de qué va incluso sin hacerte spoilers, será mejor que bajes directamente a la nota y te saltes el resto de la crítica.

Belle es una película sobre el luto. La protagonista no ha superado de ninguna forma la muerte de su madre (la vio morir así que es comprensible, sobre todo si entendemos que no ha ido a terapia) y el trauma la ha dejado incapaz de componer y cantar, algo que su madre apoyó y animó.
Esto no ha impedido que Suzu no sea una bellísima persona (como demostrado por su avatar que potencia sus atributos naturales), pero está estancada en un ciclo de aislamiento y tristeza. Y aunque la tristeza como tal no es negativa, cuando llevas unos diez años sin dejar de estar triste la cosa se complica.
El papel de Internet en la administración de nuestras emociones
U permite a Suzu compartimentar el luto y poder seguir adelante con su vida sin sentirse culpable. En internet, se siente liberada gracias a una segunda vida en la que no tiene madre muerta, ni timidez, ni nada que se le parezca. Nadie sabe quién es, y eso le da libertad.
Pero poco a poco, queda en evidencia que lo único que consigue con esto es tapar su trauma, escapar de su tristeza pero no enfrentarse a ella. Y es en el contacto con la Bestia de esta película que entiende que no sólo belleza está en el interior, sino que la fealdad también.

Lógicamente, el concepto de belleza y fealdad desde un punto de vista estético es subjetivo, y no es de eso de lo que hablo. Belleza y fealdad, de forma abstracta, aplicado a la forma de ser de las personas es una manera de meter en un saco cualidades como generosidad, egoísmo, violencia o empatía. Es algo complicado y no quiero que se me interprete como que las personas feas son moralmente reprensibles. Principalmente porque ser feo estéticamente no es algo se sea, sino es una manera en la que la gente te percibe; no es una cualidad que se posea sino un adjetivo que te asignan.
Y así, la película gira en torno al luto y las formas que tiene de transformar y corroer, de sublimar tus emociones incluso cuando las reprimes o ignoras. Y no hay mejor herramienta para hacerlo que la dualidad del mundo real y el mundo virtual.
En Belle, internet potencia lo peor y lo mejor de nosotros
Al final, la empatía es la solución. Esto es cierto de Belle y de casi todas las otras versiones del cuento de la Bella y la Bestia. Empatizar, ponerte en el sitio del otro, es lo que hace que te puedas enamorar de personas a las que no percibes como atractivas o guapas. Es lo que hace que puedas perdonar a quienes han cometido errores (y se han disculpado). Es lo que hace que puedas mirar a los ojos de un abusador y tirarle al suelo sin siquiera levantar la mano.

Al perder a su madre, Suzu sitió que parte de ella misma era arrancada de su vida. Y ha estado llenando ese hueco con amabilidad y empatía. Y la Bestia es el catalizador que le ha hecho darse cuenta de esto.
No es una historia de amor, lo cual es refrescante. No todas las conexiones entre una “bella” y una “bestia” tienen por qué ser románticas. Así que todos mis dieces (veréis en la nota que no son 5 bananas, pero qué significan las notas en cualquier caso).

Te golpearás el pecho con…
- La transformación de la clásica historia de amor en una de comprensión.
- La escena de la estación: comedia pura.
Te golpearás la cabeza con…
- Los números musicales son demasiado largos para una película que no es musical.
- No es un musical.
EL VEREDICTO
