
Alpha, preciosa historia de la mano del genio Albert Hughes, uno de los gemelos Hughes, como su propio apellido indica. Una pareja responsable de obras como El libro de Eli, que seguro que os suena. Todo genial, ¿no? Bueno, igual no tanto.
Alpha narra uno de los momentos más importantes de la historia (en realidad, prehistoria) humana. Hace mas de 20.000 años, en un páramo perdido de Europa, nace la amistad que convertiría al ser humano en la mayor potencia de la Tierra, los mejores amigos para la eternidad, el hombre y el lobo (con el tiempo, el perro). Si eres más de gatos, entendemos que no te emocione tanto.
¿Nos quitamos la tirita rápido que duele menos? Los efectos visuales dejan mucho que desear, la película arranca lenta y con flashback, dos veces lenta, y muchas veces pasa de puntillas por partes necesarias para que el público empatice con los personajes, dejándose arrastrar por una estética de marketing que no está mal, pero no llega a Coca Cola.
Eso sí, el señor encargado del “casting de lobos”, es un genio, el “perrete” es precioso. Por cierto, para el rodaje se usa la raza Perro lobo checoslovaco, fruto de un experimento algo turbio en 1955, cuyo resultado es un animal guapísimo, que en esta película ocupa un papel importante y muy bien resuelto junto a Kodi Smit-McPhee en el papel de Keda, protagonista de la película. ¿Qué quién es este tío? Pues rondador nocturno en X-Men Apocalipsis, entre otras cosas, y que por cierto lo hace bastante bien en este filme. Cercano, creíble y con emotividad.
Si nos ponemos técnicos (¡Sí! ¡Pongámonos técnicos por favor!), la película se podría haber resuelto de una manera muy elegante y divertida, si se hubiera enfocado desde el punto de vista del género Buddy (Buddy film), donde dos protagonistas a priori antagónicos, centran la trama sobre su relación y el proceso de aprendizaje que recibe el uno del otro, lo cual suena perfecto para el leitmotiv de este largometraje.
Pero esto no sucede, y ahora sí, sacamos pañuelos, porque lo que pasa es que la película está dirigida hacia otro de los mitos, el retorno al hogar, la Odisea, y de verdad que echamos de menos a Homero, pero está muerto y no pinta mucho en esta historia. Además, esto provoca que el viaje se vuelva una contrarreloj con eventos anticipados que no terminan de cuajar porque el público no entiende la relación entre el chico y el lobo, entre otras cosas porque, o no se cuentan, o se cuentan rápido, o se cuentan con un cliché buscando la sonrisa del público. ¡Qué es un lobo tío, no te va a traer un palo, para que vuelvas a lanzárselo!
Te golpearás el pecho…
- Con Alpha, nombre que le ponen al lobo protagonista de la película.
- Disfrutando de la iconografía desplegada por Hughes, a la que ya nos tiene acostumbrados.
Te golpearás la cabeza…
- Con los planos de telefilm, al nivel «malo detrás de la cortina».
- Con los efectos visuales pensados para 3D e IMAX, que en la pantalla del cine de tu barrio se ven como un eclipse solar sin protección.
EL VEREDICTO